23.2.14

—¡Un olor nauseabundo es tan aceptable como un buen olor! —Ya no le quedaban ciruelas para tirar, así que para acompañar sus palabras golpeaba con la palma de la mano en la rama donde estaba sentado—. Es a podrido a lo que huele. Y cuando algo se descompone se está convirtiendo en algo nuevo. Y lo nuevo que se crea huele bien. Por eso no hay diferencia entre algo que huele bien y algo que huele mal, los dos forman parte del eterno carrusel.